viernes, 16 de noviembre de 2012




Handball: el modo de vida de un pichón de crack

Julián Souto Cueto, es un jugador de balonmano de 20 años de edad. Nació el 1 de octubre en Buenos Aires. Su familia esta constituida por su padre Ricardo, su madre Patricia y su hermano, Martín. Vive con ellos, y aún no está en sus planes irse a vivir solo.
Desde chico siempre soñó con llevar adelante la profesión de deportista, es por esta razón que a los 10 años  decidió ingresar al club “Sociedad Alemana de Gimnasia de Villa Ballester”, situado en José León Suárez. Allí es donde actualmente desarrolla esta actividad, compartiendo equipo con uno de los máximos exponentes del handball nacional y ex capitán del seleccionado mayor, Andrés Kogovsek. A su vez, tuvo la posibilidad de jugar con Diego y Pablo Simonet, este último transformándose en uno de sus mejores amigos.
Su éxito con la camiseta del club es gigante; de hecho, en el último Torneo Argentino de Selecciones Junior, el SAG, como se lo conoce comúnmente al elenco alemán, salió campeón venciendo en la final a Córdoba por 36 a 33 en el alargue. Sus grandes intervenciones en el equipo lo llevaron a formar parte de la selección que disputó el último mundial sub 20 realizado en el país, siendo elegido por el técnico Fernando García, como capitán. En este torneo, donde la actuación general del elenco albicelente no fue buena, Julián fue uno de los máximos anotadores y figuras del equipo.
En el plano personal, considerando que el handball es un deporte amateur, el joven que reside actualmente en Pilar, realiza múltiples actividades; estudia Profesorado de educación física en la Universidad Nacional de Luján,  ejerce en un colegio de San Fernando y da clases de balonmano en la cárcel de Devoto. A su vez, entrena los jueves y viernes en el CENARD y los sábados disputa los partidos.
El escaso tiempo que le sobra, se lo divide entre salir con amigos del barrio y aquellos que le brindo su profesión, y su familia. Considera que ellos son lo más importante de su vida y su pilar fundamental para seguir adelante en sus proyectos y alcanzar sus metas.
Su sueño, es poder vestir la camiseta celeste y blanca en un juego olímpico, y compartir equipo con figuras de la talla de Sebastián y Diego Simonet, Federico Pizzaro, Matías Schulz, Federico Fernandez, entre otros; “Por el momento no veo cercano el debut en la Selección mayor, me falta mucho por aprender” afirmó el primera línea del club alemán. A su vez, añora llegar al Viejo Continente para profesionalizar su juego, admitiendo que allí es en donde se ve 
“el mejor handball del mundo”.


Entrevista exclusiva al primera línea del SAG de Villa Ballester, Julián Souto Cueto.




Julián Souto Cueto y Pablo Simonet, campeones con el SAG en el Torneo Cadetes de 2009 en Villa Dolores.




El club "Sociedad Alemana de Gimnasia de Villa Ballester" obtuvo el primer puesto en el Torneo Argentino de Selecciones Junior 2012, venciendo en la final a Córdoba por 36 a 32.




Desde chico es hincha fanático del Club Atlético Rosario Central; admite que el equipo de Russo "anda medio mal" y que va a "seguir en la B" una temporada más.




Los hermanos Sueto Cueto, Julián y Martín, comparten la camiseta albiceleste hace ya cuatro años; aún no debutaron en la Selección Mayor. 




El orgullo de la familia Souto Cueto: los hermanos, compartiendo el título de campeones con el SAG de Villa Ballester en el Torneo Cadetes de 2009. 




Un amigo que le dejó el handball; junto a Pablo en el Mundial disputado en Argentina en 2011.




Patricia y Ricardo, los padres del balonmanista del club alemán; según Julián "los pilares fundamentales para seguir su sueño y alcanzar sus objetivos".




Arenga final en el partido disputado frente a España por el Mundial de Handball Juvenil Mar del Plata 2011.




Emblema y máximo goleador del Seleccionado sub 20 en la cuarta edición del campeonato mundial disputado en la Argentina.
 




El partido debut del seleccionado juvenil, en el Mundial de 2011, fue positivo. Una victoria frente a Chile por 30 a 22.


Entrevista exclusiva a Julián Souto Cueto, jugador de handball

Mundial Mar del Plata 2011: Argentina vs Chile

Debut de la Selección sub 20 frente a Chile, en la ciudad de Mar del plata; Souto Cueto fue uno de los máximos goleadores del partido.

Audio de la entrevista a Julián Souto Cueto, balonmanista del SAG

lunes, 29 de octubre de 2012


    Se ama más, lo que con mayor esfuerzo se
    consigue


Voy a contarles mi historia, el por qué de mi existencia. Corría el año 1950, un club de fútbol barrial con enormes aspiraciones se había gestado en las afueras del pueblo de Coronel Vidal, situado a 60 kilómetros de la ciudad de Mar del Plata. Con bastones de color azul y amarillo en su casaca, y una gran ilusión de convertirse en el grande de Mar Chiquita, nacía el Club Atlético Belgrano.
No voy a detenerme en profundizar detalles que para la ocasión no son relevantes. Me enfocaré directamente en el punto de este relato.
Es el día de hoy, luego de muchos años de lo sucedido, que continúo sintiendo a las tribunas gritar, alentar, acompañar al equipo ese domingo, en el entonces, Estadio "Juan M. Beltrami" situado en la calle que posee su mismo nombre. Belgrano se enfrentaba contra el América de General Pirán, en un derby que para el barrio, era hasta más apasionante que un River-Boca. El encuentro a disputar designaría al vencedor, como el Campeón de la Liga de Fútbol de Mar Chiquita.
El partido tuvo de todo; millones de jugadas claves, un abundante juego brusco. Ninguno de los dos equipos era más que el otro. Fue peleadísimo. Faltando un minuto para que finalizara el cotejo, con el partido empatado, surge un tiro libre en mitad de cancha, a favor del equipo de Vidal. Su arquero, Ernesto Lima, pide la pelota para hacerse cargo de la ejecución. Nadie creía que la iba a, como se diría coloquialmente, “clavar en el ángulo”. Pero así fue. Belgrano ganó el partido por 1 a 0, con un golazo, nada más ni nada menos, que de su propio guardameta. Se coronó campeón por primera vez en su historia. Y en este momento, es en donde aparezco yo. Caí en las manos de uno de los integrantes de ese plantel. Alguien que daba la vida por esa camiseta, amante del fútbol pero por sobre todas las cosas, amante de Belgrano. Su nombre es Oscar Cuello, campeón con el club en 1951. Me cuidó durante más de cincuenta y ocho años. Estuve guardada en la repisa de su habitación, hasta que en 2009 decidió cederme a otras manos, las de su nieta. En sus génes lleva la pasión por este deporte, y su abuelo se encarga de regar ese sentimiento domingo a domingo, cuando se sienta junto a ella a narrarle historias de cuando fue jugador, o mismo, de cuando viajaba más de 400 kilómetros para alentar a Independiente, el club de sus amores junto a, por supuesto, Belgrano.
Y acá me encuentro ahora, junto a ella, quién ya no es más esa pequeña niña que me recibió con una sonrisa y lágrimas de emoción y orgullo en su rostro. Ahora es una joven, estudiante de, claro está, Periodismo Deportivo. La acompaño siempre, en cada partido que disputa “El Rojo” cuando me besa al comienzo del encuentro; soy algo así como su “cábala”, o su amuleto de la suerte. En realidad, no soy más que un recuerdo de la persona a quien ella ama y admira profundamente.